miércoles, 23 de enero de 2013

LA NECESARIA RENOVACIÓN DE PUYOL


Guardiola dijo una vez, no hace mucho, que Puyol entrenaba como si tuviera dieciocho años. Ya se hablaba en los medios de la natural decadencia de el que ha sido el mejor defensor central que los aficionados españoles hemos visto, y aunque Pep era consciente de ello, y de que su rendimiento ya no sería el de cincuenta partidos por temporada todavía los "restos" del gran Puyi eran más valiosos que cualquier alternativa más juvenil.  Restos y arrestos...

Es famoso el grito que le profirió el Genio de Santpedor cuando en un Barça-Madrid Carles se resintió de sus molestias: "Aguantas por mis huevos". ¿Que jovencito aceptaría poner en riesgo su salud por un club al que tanto y tanto le ha dado. Carles lo hizo, continuó el partido hasta el final.

Reconozco que su compromiso político con la autodeterminación es fuente de simpatía para muchos aficionados catalanistas, pero estas anécdotas se bastarían por sí mismas para explicar por qué Puyol es un símbolo para el barcelonismo y por qué su renovación era necesaria y justificada.

Y es que, ahora que se ha sabido la millonada que se llevará Carles por seguir dos años más en el Barcelona, son muchos los que se rasgan las vestiduras y comparan su rendimiento con su coste, como si toda la trayectoria anterior no contase. Podríamos admitir que el Barça no podrá amortizar lo que le pague, pero más allá de un simple sueldo a un trabajador, en la ficha de Puyi se refleja toda una manera de hacer las cosas que aunque puedan parecer costosas en el corto plazo, son rentables en el largo plazo. Porque fichar a un central joven costaría diez o quince millones, quizás más, y las fichas correspondientes elevarían el coste en esos dos años a unos veinticinco. Sí, siguen siendo menos que los que recibirá, pero gracias a ello los jóvenes de la primera plantilla y los cracks que están terminando de madurar en la Masía tienen un espejo en el que mirarse y rendirán sus primeras temporadas como el mejor joven fichable y a cambio de unos emolumentos muy discretos.

O lo que es lo mismo: Por cada Puyol, habrá un Bartra, por cada Xavi, un Thiago y por cada Iniesta un Delofeu, porque lo que se avecina parece tener tan buena pinta como lo que ya hay, y durante años será muy rentable tener a jóvenes estrellas en progresión trabajando casi gratis. Bueno, gratis no, a cambio del amor primero, de la admiración después, y de espectaculares fichas finalmente. Hasta el final.

No entraré a valorar eso que se dice tanto de que los que han pasado por la Fábrica han encontrado mejores destinos por lo general que los que salieron de la Masía y no triunfaron en el Barça. Es cierto, Filipe Luis, Mata, Negredo, Soldado, Parejo, Rodrigo, Carvajal... es fácil encontrar jugadores que pasaron por la Casa Blanca y que ahora cobran buenas fichas como profesionales en equipo de nivel medio y alto. Pero eso a nosotros no nos importa, para nosotros eso no demuestra nada. Porque la mayoría de esos jugadores trabajan en clubes inferiores, ganando menos, que si hubiesen seguido en el Madrid. Y porque el Madrid no necesita dinero, lo que necesita es tener más Xavis e Iniestas, a ver si así dejan de mostrar un fútbol tan lamentable.

martes, 15 de enero de 2013

ESPÍRITU DE PROGRESO


Gran asombro el mío cuando leo por acá y leo por allá que ante la inmensa mayoría de los que piensan que Messi es el mejor jugador de la historia, que el Barcelona es el mejor equipo de la historia y que la Roja juega como nunca, sigue habiendo pequeños reductos de aparentes librepensadores invadidos por la nostalgia.

Estos resistentes lo visten de convencimiento, nos intentan persuadir de que realmente disfrutan oliendo el amoniaco, pero en el fondo son aficionados al fútbol que por filias y fobias no logran aceptar del todo que la historia del fútbol ha dado un giro en los últimos años.

Reverberan sentimientos pasados, porque el placer por la nostalgia es algo muy natural, y quien se ha criado disfrutando de cosas sencillas tarda más en deleitarse con las cosas complejas, pero hay poca gente que dude que esta actual selección española es la más potente de su historia y la que mejor fútbol practica.

Yo sólo quiero  dejarlo claro: Podéis seguir yendo a caballo, que nosotros montaremos en automóvil; podéis utilizar una olivetti en vez de un Mac; podéis beber zarzaparrilla mientras nosotros bebemos Coca-cola. Amigos, la vida ha cambiado, y del mismo modo que ya no consentimos que discriminen a alguien por ser de otra raza o que se persiga a los homosexuales por el mero hecho de serlo, tenemos que aceptar que el fútbol del futuro nunca se parecerá al del pasado. El Barça actual representa todo eso y es, al fútbol anterior, lo que el trabajo en cadena era a la artesanía tradicional...

Otro costal es determinar si la selección debe o no jugar a otra cosa, aún a riesgo de perder. Porque no hay duda de que la razón por la que este estilo se ha impuesto es por sus resultados, no por capricho ni moda. ¿Podría una España que jugase al contragolpe ser tan buena como lo actual? Dudoso. ¿Podría Javi Martínez hacer que nos olvidásemos de Xavi Hernández? No.

No estoy en contra de que haya personas que prefieran perder antes que ganar de una manera que no le gusta; a mí me sucedería lo mismo si fuera al revés. Pero no creo que ese sea un debate abierto.


lunes, 14 de enero de 2013

RINUS MICHELS


Marinus Jacobus Hendricus "Rinus" Michels (*Ámsterdam, 9 de febrero de 1928 - †3 de marzo de 2005) fue futbolista y después entrenador neerlandés. Su carrera como futbolista discurrió casi en su totalidad en el principal club de su ciudad, el Ajax, equipo en el que estuvo desde 1945 hasta 1958 y que más tarde dirigiría. También formó parte de la selección neerlandesa, a la cual también dirigió por primera vez en el mundial de Alemania 1974 y en una segunda etapa a mediados de los años 80.

Entre 1959 y 1960 jugó en un equipo local de Ámsterdam Zandvoortmeeuwen. Al retirarse decidió seguir vinculado al fútbol desde los banquillos. En 1965 ya estaba dirigiendo al Ajax, en el que tuvo a su cargo a jugadores de la talla de Johan Cruyff, al que más tarde volvería a tener a sus órdenes en el FC Barcelona.


Sus mayores logros los consiguió con la selección neerlandesa, en la que inventó el llamado fútbol total y que pudo poner en práctica gracias a jugadores como Cruyff, Rensenbrink o Neeskens. Con la naranja mecánica logró el subcampeonato del Mundo en 1974 frente a Alemania. Más tarde, regresaría a la selección oranje para hacerla campeona de Europa en 1988 de la mano de Frank Rijkaard, Marco van Basten o Ruud Gullit.


En el Barcelona consiguió tres títulos en las dos etapas (1971 - 1975 y 1976 - 1978) en las que estuvo: Copa de Ferias, la Liga y la Copa del Rey.


Recientemente, Michels aún se mantenía ligado al mundo del fútbol como consejero de la KNVB, organización encargada de la Liga y de las cuestiones relacionadas con la selección neerlandesa.


El 18 de febrero de 2005 fue operado de una válvula cardíaca en un hospital de Aalst (Bélgica). Ciertas complicaciones postoperatorias motivaron que no se pudiera recuperar y falleciera a los 77 años de edad.


En el año 2007, Michels fue elegido el mejor técnico de la historia del futbol por el diario The Times, por delante de otros importantes entrenadores como Matt Busby, Ernst Happel o Helenio Herrera.