Gran asombro el mío cuando leo por acá y leo por allá que
ante la inmensa mayoría de los que piensan que Messi es el mejor jugador de la
historia, que el Barcelona es el mejor equipo de la historia y que la Roja
juega como nunca, sigue habiendo pequeños reductos de aparentes librepensadores
invadidos por la nostalgia.
Estos resistentes lo visten de convencimiento, nos intentan
persuadir de que realmente disfrutan oliendo el amoniaco, pero en el fondo son
aficionados al fútbol que por filias y fobias no logran aceptar del todo que la
historia del fútbol ha dado un giro en los últimos años.
Reverberan sentimientos pasados, porque el placer por la
nostalgia es algo muy natural, y quien se ha criado disfrutando de cosas
sencillas tarda más en deleitarse con las cosas complejas, pero hay poca gente
que dude que esta actual selección española es la más potente de su historia y
la que mejor fútbol practica.
Yo sólo quiero
dejarlo claro: Podéis seguir yendo a caballo, que nosotros montaremos en
automóvil; podéis utilizar una olivetti en vez de un Mac; podéis beber
zarzaparrilla mientras nosotros bebemos Coca-cola. Amigos, la vida ha cambiado,
y del mismo modo que ya no consentimos que discriminen a alguien por ser de
otra raza o que se persiga a los homosexuales por el mero hecho de serlo,
tenemos que aceptar que el fútbol del futuro nunca se parecerá al del pasado.
El Barça actual representa todo eso y es, al fútbol anterior, lo que el trabajo
en cadena era a la artesanía tradicional...
Otro costal es determinar si la selección debe o no jugar a
otra cosa, aún a riesgo de perder. Porque no hay duda de que la razón por la
que este estilo se ha impuesto es por sus resultados, no por capricho ni moda.
¿Podría una España que jugase al contragolpe ser tan buena como lo actual?
Dudoso. ¿Podría Javi Martínez hacer que nos olvidásemos de Xavi Hernández? No.
No estoy en contra de que haya personas que prefieran perder
antes que ganar de una manera que no le gusta; a mí me sucedería lo mismo si
fuera al revés. Pero no creo que ese sea un debate abierto.
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